Por Juan Tomás Valenzuela
La nación Dominicana
mandó a un carajo a la vela,
a opinar de Venezuela
de manera muy profana.
Ese chófer de patana
que conduce esa nación,
ha sido, por tradición,
más amigo y solidario
que este patán cavernario
que habló en esa comisión.
Tratando de congraciarse
con la gente de la OEA,
este cara de batea,
fue a esa asamblea a desbocarse.
Tal vez buscando blindarse,
este tosco canciller,
soltó una de las de él
sobre Nicolás Maduro,
que aunque es verdad que es samuro,
creo que es más honesto que él.
Alguien debería explicarle
a este estúpido mamút,
que la traición no es virtud
de la que pueda ufanarse.
Él, más bien debió callarse
al hablar de Venezuela,
porque si por ellos fuera,
la gasolina de aquí,
la traerían desde Haití,
por Azua de Compostela.
El problema de Maduro
con Trump y las elecciones,
que lo arreglen a trompones
entre ese par de verdugos.
Después de sacarle el jugo
con lo de PetroCaribe,
no se ve limpio que priven
en más papistas que el papa,
porque aquí, fue a la garata
el fraude de quien preside.
6 junio 2018